Conquistas
- Blanca Rosa Reynoso
- 26 dic 2020
- 1 Min. de lectura
Dos gallardos caballeros
salieron de serenata,
ensayando todo el día
las famosas melodías.
Pensaron los dos galanes
en conquistar con su canto
a las hermosas doncellas
que encontraran a su paso.
Mas eso no era todo
lo que tenían pensado,
tirarían la moneda
para sortear la morada.
La morena de ojos grandes
y abundante cabellera,
cuando alguien la miraba,
pudorosa se ruborizaba.
La rubia era coqueta
y se sabía admirada,
muy poco disimulaba
las conquistas ganadas.
Bajaban de sus corceles
los dos mozos con soltura
y comentaron su canto,
sin advertir la altura.
Se abrieron las dos ventanas
y contentos se pusieron
sin contar con toda el agua
que adentro recibieron.
Y así terminó toda la gallardía
de estos mozos atrevidos,
que sin pensar en el frío,
quedaron ridículos y ateridos.

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