Bésame la boca y te recuerdo

Escucho junto con mi nieta a mi compañero de curso cantar "Bésame la boca" y ella, con 21 años, siente ternura. Personalmente, puedo decir que con mis 76 años me genera recuerdos. Siempre peco de reiterativa con esta historia, pero no me permito dejar de contarla. Conocí a mi esposo en una noche de carnaval. El me robó un beso en la comisura de la boca y siguió bailando como si nada.

Pasamos momentos inolvidables, felices y otros no tanto, pero lo supimos sobrellevar. Nunca discutimos, siempre peleábamos en silencio. Por ahí no nos hablábamos por semanas, sin perder los hábitos rutinarios: el bar por las mañanas, charlas con la familia, amigos.

Siempre pienso que debimos habernos conocido en vidas pasadas; que el beso en la boca nos transportaba a lo infinito, solo éramos nosotros, sin tiempo ni espacio. "Besa mis días y mis noches, mis diluvios y mi cielo a pleno sol". En nuestro caso, saboreábamos la dulce miel al apoyar nuestros labios, cada día fue igual durante 54 años.

Dicen que existen diferencias entre un beso con pasión y uno con sentimiento, en nuestro caso se fundían para darnos el regalo más suave y apasionante. Será que sentíamos puro amor, y es en el presente, que ya habiendo pasado 8 años desde que no está, cada día lo siento más conmigo.

"Besa el torrente de ilusiones, bésame todas la pasiones

Besa mi río hasta su desembocadura

Besa mi vida y mis ceniza y me dirás que voy deprisa

Besa mis días y mis noches, mis diluvios y mi cielo a pleno sol".