top of page

De eso si se habla

Marcelo nos había invitado a su despedida de soltero. Nos preparamos para ir. Llegamos y nos encontramos con amigos, entre ellos, estaba la licenciada Patricia Hidalgo. Todo era tranquilo y yo tenía mi cara de aburrimiento y depresión total, que me caracterizaba.

Patricia se me acercó, charlamos y me propuso asistir a los talleres de la Universidad de Psicología por medio de Upami. En marzo comencé a cursar. Primeramente, me pareció que todo estaba fuera de lugar y de contexto. Luego, me fui acostumbrando… Me di cuenta de que mi vida había sido un mito, llena de prejuicios, religiosidad y por sobre todas las cosas, los temas relacionados a lo sexual, lisa y llanamente: tabú. De esa manera crié a mis hijos. Por supuesto que su mamá es una transgresora.


Soy una persona muy observadora. Siempre me gustó entender a la gente a través de sus gestos, su modo de caminar, cuando mienten, etc. Llegué a escuchar que los que asistíamos a los talleres, íbamos solo a hacer sociales, pero puedo asegurar que para algunos puede ser, pero para mi no; porque cuando volvía a casa, seguía haciendo tareas y trabajos vía internet, lo cual me desasnó.


Me causaba asombro cada vez que en una nueva clase se hablaba sobre sexo un poco fuerte, fuera de lo convencional. Todos mis compañeros salían con los ojos mirando para abajo y apenas saludaban, hasta la otra clase, que parecía que ya lo habían olvidado.


Todo radica en una anécdota, que hoy vengo a contarles. Mi hija cumplió 25 años de casada con mi yerno. Entonces, decidí invitarlos a una pizzería para festejar. Hacía casi nueve meses que no los veía, por la pandemia. Por supuesto, todo muy bien cuidado, con protocolos. Cuando llega el momento de pagar, saco algo pensando que es la tarjeta y no: era un preservativo. Era algo que nos solía regalar la profesora cuando finalizaban las clases. Rápidamente le dije al mozo: “¡¿Puedo pagarle con esto?!” y claro, todos los que estaban ahí, se largaron a reír.


Como verán, no solamente todo nos sirvió para aprender sino que nos desinhibió, porque en otro momento, hubiera revisado la cartera y no hubiera pasado nada. Simplemente quiero dejar en claro que en mi vida, con 76 años, puedo decir: de esto si se habla.







Entradas recientes

Ver todo

Comments


Formulario de suscripción

¡Gracias por tu mensaje!

  • Facebook
  • Twitter
  • LinkedIn

©2020 por El rincón de Blanca. Creada con Wix.com

bottom of page